Las sesiones íntimas nacen con la intención de ayudarte a expresarte, verte, reconocerte y reencontrarte a través de la fotografía. Es el proyecto que más cuido y mimo, ya que nació como una necesidad propia, y me emociona muchísimo poder compartirlo con otras personas.
Se llaman “Sesiones íntimas” porque buscamos crear un espacio seguro donde puedas ser tú misma y sentirte cómoda para dejar salir toda tu magia, tus emociones, tus miedos o cualquier cosa que quieras o necesites expresar. Desnuda, vestida, en ropa interior, o quizá un poco de cada; las fotos son por y para ti, y es por eso que tú vas a elegir lo que más cómoda te haga sentir.
Más que sesiones, se trata de experiencias cuya base es la confianza. Es por eso que mi forma de trabajar en estas sesiones es más pausada,más cercana, más atenta
¿En qué consiste?
Pre Sesión

Café virtual (reunión de 30 minutos).

Asesoramiento sobre la ropa, la localización y todo lo que necesitemos para la sesión.

Desde el día del café virtual hasta que hagamos la sesión podremos tener contacto directo vía mail o WhatsApp para resolver rápidamente cualquier duda o sugerencia
El día de la sesión

Quedaremos 30 minutos antes para tomarnos un café en persona, ponernos al día y relajarnos.

La sesión tendrá una duración de una hora y media.
Post Sesión

Entrega de 25 fotografías editadas en formato digital.

Galería online privada para visualizar y descargar las imágenes en alta resolución + resolución optimizada para redes sociales y web.

DÓNDE
Yo vivo en Maracena, Granada, pero puedo (y quiero) viajar, así que estaré encantada si me propones viajar a tu ciudad.

VALOR
Granada: 333€
Otras ciudades: Escríbeme y miramos opciones.

RESERVA
Una vez rellenes el formulario, recibirás un enlace desde el que podrás agendar el café online en el que nos conoceremos, empezaremos a preparar la sesión y concretaremos el día para llevarla a cabo.
Preguntas Frecuentes
¿Y si no sé posar?
Pues genial, porque en estas sesiones no hace falta posar, solo hace falta estar cómoda y ser una misma, y yo te ayudaré a ello.
¿Solo haces fotos de desnudo?
En absoluto. Todas las sesiones empiezan con ropa y tú eliges si quieres hacer toda la sesión vestida, ir en ropa interior o sin ella.
¿Dónde haremos las fotos?
Suelo recomendar hacerlas en la propia casa, porque al ser un espacio conocido, da más seguridad. Aunque si la sesión la hacemos fuera de tu ciudad o si prefieres simplemente que no sea en tu casa por la razón que sea, puedes alquilar un Airbnb o habitación de hotel. Yo te ayudaré a encontrar el lugar ideal. Lo más importante es que tengamos buena luz y que tú estés cómoda.
¿Viajas fuera de tu ciudad para hacer estas sesiones?
Sí, me encanta viajar por trabajo y descubrir nuevas ciudades, espacios y luces. Escríbeme y vemos cómo hacerlo.
¿Si vienes a mi ciudad tengo que correr con todos los gastos?
Siempre que trabajo en otra ciudad, intento aprovechar el viaje para hacer varios trabajos y repartir entre ellos los gastos para que el incremento del precio sea el mínimo. Así que si quieres que me desplace hasta tu ciudad, avísame lo antes posible para que me pueda planificar.
Testimonios
Andaba buscando recursos para ayudarme a salir de mi baja autoestima, que llevaba un tiempo por los suelos. En ese momento no me valoraba nada.
Fue un amigo mío quien me descubrió el trabajo de Lydia; me habló de su gran habilidad para acompañar sus fotos con textos, me habló de sus luces, de sus sombras, de su fotolibro. Él me conoce bien y sabía que su trabajo podría ayudarme a salir de las tinieblas en las que estaba. Lo que él nunca podía imaginar es que me atreviera a ponerme en contacto con ella.
Es cierto que medité bastante antes de escribirle para pedirle información sobre sus sesiones, pero me dije que si no lo intentaba, nunca podría saber si me podía ayudar o no. ¡Así que a por ello!
Desde la primera toma de contacto ya noté mucha transparencia, lo que me hizo tener mucha confianza, y eso me ayudó mucho para abrirme y contarle el objetivo que buscaba con la sesión íntima. Me pareció estupendo el protocolo; primero una reunión online y después, llegar antes para tener una toma de contacto presencial mientras nos tomábamos una infusión para romper el
hielo.
Al comenzar la sesión estaba muy tensa, pero su forma de orientarme y el decirme que no había presión y que sobre la marcha iríamos viendo me tranquilizó bastante, aunque sin duda, lo que más me relajó fue la música; las canciones que había elegido me ayudaron mucho a entrar en armonía mientras me miraba a través de su objetivo.Cuando vi las fotos, cuando vi su mirada en mí, cuando vi las sombras, las luces ,el juego con los espejos, con las manos, con las partes de mi cuerpo,… tanta sensibilidad me abrumó.
Obviamente sabía que era yo, pero al verme a través de su mirada fui capaz de percibir todo el amor que había puesto, mi vello se erizó y me emocioné porque al fin entendí que soy una buena persona que se merece lo mejor y me agradecí el regalo que me hice.
En resumen: fue mágico el momento vivido, la experiencia y me ha ayudado a valorarme como necesitaba. Incluso los días que estoy de bajona, vuelvo a mirar las fotos y me vengo arriba. Es el mejor dinero invertido en mí hasta el momento y tengo muchísimas ganas de repetir.
Recomiendo las Sesiones Íntimas de Lydia a cualquier persona de cualquier edad; es una experiencia increíblemente positiva.
Tras un año de mi primera experiencia volví motivada a visitar Granada. Volví para reencontrarme con Lydia, con quien tuve una agradable conexión un año atrás.
En su momento fue capaz de hacerme ver y sentir mi interior, cuánta carga emocional llevaba escondida durante muchos años. Charlamos y charlamos, sin tapujos, como si nos conociéramos de toda la vida. En tanto, su sigilosa cámara de fotos no cesaba de actuar… Me sentí muy bien, un poco nerviosa al principio, pero pronto pasó, toda yo era liberación.
Marché tranquila, esperando ver pronto esas instantáneas que reflejarían mi alma en esos momentos de mi vida. Y así fue, eran puro reflejo de mi, un espejo donde mirarme, adentrarme y reconocerme… Un año después, mismo día pero diferente lugar, no podía ser el mismo, yo no me sentía la misma. Inmersa en un continuo propósito de cambio evolutivo emocional, intentando encontrarle sentido a mi vida, a la vida en sí, con sus nubes y claros, con la aceptación de los momentos, buenos o malos, aprendiendo a vivir y compartir el mundo con la gente, buena y no tan buena, absorbiendo la luz del sol y desechando la oscuridad cuando ya no hace falta, una año después
volví a reencontrarme con la mirada de Lydia, mostrándome ante su objetivo quién era yo.
De nuevo me sorprendió, volvió a fluir la magia, volví a mostrar mi desnudo interior y, como la primera vez, lo captó…., una mirada diferente, un sentir, aunque profundo, calmado, más segura de mí misma, con una expresión corporal q así lo mostraba. La vida es un constante movimiento y, a veces, por circunstancias propias o ajenas, necesitamos parar, observarnos con otra mirada y lograr ser conscientes de nuestro camino, poder darnos la
oportunidad de elegir entre seguirlo o cambiar de dirección. Gracias a Lydia, gracias a su mirada interior, he podido ver, verme!, su trabajo ha sido una suma
en mi camino hacia el conocimiento y evolución personal, el principio de un quererse a si mismo sin condiciones, de soltar todo lo que reste y disfrutar de la vida y de mi.
Mil gracias ❤
Dejarse fotografiar por Lydia durante una de sus sesiones íntimas es una manera delicada y muy cómoda de poder verse desde fuera sin la armadura puesta. No se trata de enseñar piel, sino de dejarse atravesar por su mirada. Lydia es atenta, escucha mucho, se te mete por debajo de la piel, pero en ningún momento te hace sentir incómodo, observado o juzgado. Todo lo contrario.
Sus sesiones son tan naturales como tomarse un café con alguien que de alguna mágica manera sabe exactamente lo que quieres expresar, y lo imprime con luz y sombras. Sus fotos no solo son preciosas, sino que conectan contigo, con tus sentimientos y emociones. Su mirada es neutral, pero su manera de hacerte sentir en casa cuando te fotografía, hace que tú salgas en sus fotos tal como eres. Y la imagen que sale es más honesta y limpia que la de un espejo. No dejaré nunca de darte las gracias, Lydia.
Conocer a Lydia y compartir con ella esta sesión, ha sido de las experiencias más reveladoras que he tenido en los últimos tiempos.
Fue mi marido quien me ofreció esta sesión como regalo de cumpleaños y desde que me lo sugirió, pensé que sería una buena idea. Leí mucho al respecto y después de conocer a Lydia en la primera reunión, supe que me ayudaría.
Toda la vida he tenido pánico a las cámaras, nunca me ha gustado verme en fotos, ni posar, ni salir en fotos de grupos. Siempre he pensado que no estaba bien, que no me gustaba lo que veía, que siempre salía mal.
Después de este pequeño trabajo introspectivo, más allá de que las fotos de Lydia son magníficas, la magia está en que sabe retratarte entendiendo quien eres, como estás, como te has sentido hasta ahora, y te brinda la oportunidad de que te mires, te observes con los ojos de alguien que te está mirando por primera vez y ve cosas maravillosas que tú no eres capaz de encontrar en la imagen que se refleja del espejo.
A mí me ha ayudado mucho a entender que me tengo que reconocer, que me tengo que mirar y comprender que ese reflejo soy yo.
Las fotos de la sesión son para mi un recuerdo del inicio de una nueva etapa, una etapa en la que me voy a cuidar, me voy a querer un poquito más y sobre todo me voy a reconocer y aceptar.
Bonus track: después de la sesión decidí que me iba a hacer al menos una foto al día, aunque solo fuese un selfie desenfocado, la foto de mi sombra o de mi reflejo. Durante varios meses lo he hecho cada día y ahora espero retomarlo de nuevo. Me ha ayudado a no dejar de verme.